Victoria sobre el Terrorismo y la Pérdida

Israel no es ajeno a los ataques terroristas, y desafortunadamente, muchos sufren los efectos físicos y emocionales devastadores, que alteran la vida de estos ataques, incluso décadas después.

La historia de Gloria Riani, una sobreviviente de un ataque terrorista, es una que desearíamos que nunca fuera de ella para contar.

Una mujer sobresaliente con una carrera trabajando en el hospital Hillel Yaffe, esposa y madre de cinco hijos, ella y la vida de su hijo fueron trastornadas, para nunca ser las mismos.

Cuando recuerda ese horrible día, Gloria no puede ocultar su impotencia y, en sus propias palabras, se considera una "vasija rota", no solo físicamente sino también mentalmente.

Afortunadamente, Visión para Israel ha tenido el inmenso privilegio de proporcionarle a Gloria y su familia ayuda financiera para las fiestas durante varios años, incluida la última Pascua.

Gloria y su hijo de 17 años, Doron, resultaron heridos en el sangriento ataque que tuvo lugar el 12 de julio de 2005, en la entrada del Centro Comercial Sharon, y desde entonces, sus vidas se han vuelto insoportables.

Era un caluroso día de julio, y Gloria estaba lidiando con lo mundano de la vida, tratando de cambiar la cita dental de su hijo Doron sin éxito.

Así que decidieron compartir un rato en un breve paseo al centro comercial Sharon cerca de su casa. Los niños estaban en sus vacaciones de verano, y el centro comercial estaba lleno de residentes de Netanya y cientos de jóvenes abandonando el calor para un lugar de reunión en el centro comercial.

Fue entonces, cuando Gloria y Doron se fueron del centro comercial de camino a la cita, que sus vidas cambiaron para siempre. Gloria salió primero y se sentó en un banco cercano al lado de un hombre mientras atendía una llamada telefónica y esperaba que Doron la siguiera. Por el rabillo del ojo, Gloria notó que su hijo, Doron, salía del centro comercial mientras se agitaba la conmoción.

"Escuché gritos y conmoción a la entrada del centro comercial, pero no le presté mucha atención, y luego fue como si el cielo se hubiera caído. De repente, hubo una gran explosión; todo tembló, y fui arrojada unos metros hacia atrás. I Me encontré tirada en el suelo, sintiendo un gran dolor en mi brazo derecho, y acostada inmóvil a mi lado estaba el tipo que se sentó a mi lado en el banco. Traté de moverlo — estaba muerto. En este momento, intenté localizar a Doron. La fuerza de la explosión lo envió volando en una dirección completamente diferente. A pesar de la conmoción inmediata, logré verlo llamándome.”

El ataque en el centro comercial Sharon en Netanya tuvo un alto costo. El terrorista que se inmoló en el cruce cerca del centro comercial fue responsable de la muerte de cuatro personas y de herir a 94 hombres y mujeres.

Algunos de los heridos fueron llevados de urgencia al hospital en estado crítico.

Gloria y Doron fueron llevados rápidamente al hospital Laniado en dos ambulancias separadas, pero poco tiempo después, Doron fue trasladado en helicóptero al Hospital Hillel Yaffe debido a su grave condición. Entre las cirugías, Gloria recibió actualizaciones sobre la condición crítica de su hijo, sufriendo lesiones graves en la pierna izquierda, el hígado, los pulmones y los oídos.

"Justo cuando una madre debería estar al lado de su hijo, esto se me impidió", dijo ella. “No hay nada más frustrante que estar acostada impotente, sabiendo que mi Doron me necesita, ahora más que nunca - y yo no puedo salvarlo.”

La carga imposible del trauma

Han pasado muchos años desde entonces, pero para la familia Riani parece que sus vidas se han congelado en el tiempo. Gloria y Doron, que fueron gravemente heridos, todavía están hasta las rodillas en el proceso de curación y las luchas diarias de ese día traumático y amargo.

La vida se ha convertido en un gran infierno viviente", dice Gloria, "pasando de una familia normal y estable, nos hemos convertido en una familia golpeada por el destino, viviendo solo para sobrevivir otro día. Estamos atrapados en un bucle como resultado del ataque. Se siente como montar una montaña rusa sin parar que te sacude de un lado a otro, amenazando con derribar a toda tu familia."

No solo el proceso de curación ha sido grave, sino que los problemas burocráticos con el seguro nacional de salud de Doron hicieron la vida difícil y casi imposible. Mientras se curaba y sufría de graves daños mentales, fue enviado de un comité médico a otro y tuvo reuniones interminables para recibir la atención que necesitaba.

"Perdí un hijo. Aunque Doron no murió en el ataque, parece un muerto en vida. Esa es la única forma en que puedo describirlo. Hemos llegado a un callejón sin salida, y no puedo ver un solo rayo de luz en la oscuridad", añade Gloria.

Aunque Gloria y su hijo fueron los únicos en la familia heridos en el ataque, las vidas de toda la familia también fueron alteradas permanentemente. Ella dejó de trabajar en el hospital y pasó la mayor parte de su tiempo recibiendo tratamientos médicos y cuidando a Doron. Durante los primeros dos o tres años después del ataque, su esposo, Yaakov, un taxista, tuvo que correr entre los dos hospitales, además de cuidar a sus otros cuatro hijos en casa.

Los tratamientos médicos requeridos para ella y Doron han llevado a la familia a un estado de pobreza extrema; ella explicó: Hemos consumido y agotado nuestros ahorros... hemos estado viviendo de adelantos y préstamos. Los tratamientos y equipos médicos son costosos... Estaría mintiendo si dijera que los pensamientos suicidas no surgen de vez en cuando. Pero entonces pienso en los niños y en Doron y Yaacov, mi esposo; sé que hay alguien por quien luchar."

Un rayo de esperanza

Muchas personas como Gloria y su hijo Doron apenas salieron con vida y sus familias sufren mucho. A menudo, sus casos se pierden en el sistema de salud, y esto los hace sentir como si estuvieran luchando para ser vistos y recibir la ayuda que necesitan.

Es nuestra misión apoyar a los quebrantados, los heridos y los traumatizados y darles la ayuda que tan desesperadamente claman por recibir. Cada paquete de cuidado lleno de comida, cada tarjeta de regalo y evento social es como un bálsamo para una familia que lucha.

La sanidad viene de maneras grandes y pequeñas; está en la mirada intencional de compasión cuando miras a los sobrevivientes a los ojos; está en el suave abrazo y sonrisa, y el conocimiento de que saben que alguien ve y se preocupa por su dolor.

Cada año, VPI llega a numerosas víctimas del terrorismo a través de diversos eventos y proyectos sociales. Estas iniciativas incluyen brindar atención a familias e individuos, conceder becas educativas a los estudiantes, ofrecer apoyo especial a las familias necesitadas, facilitar la participación en campamentos de verano para huérfanos, la organización de talleres y brindar ayuda general.

Si no fuera por el apoyo de socios, donantes y amigos como usted, Gloria, Doron y toda su familia aún se preguntarían si alguien reconoce su dolor.

Es gracias a usted que ellos saben — nosotros sí nos preocupamos.