Únase a nosotros para la lectura de esta semana de Parashat Behar de Levítico 25:1 – 26:2, que significa "en la montaña". Exploraremos la generosidad de Dios y las instrucciones que da a los israelitas con respecto a sus cultivos y campos.
A través de esta Parasha, aprenderemos del carácter justo de Dios para cuidar de los pobres y los extranjeros entre nosotros y cómo cuando confiamos en Él y permitimos que los campos descansen (como lo hacemos en un día de reposo), Él multiplica lo que le dimos como ofrenda.
Un Día Shabbat de Reposo para los Campos
El pueblo de Israel se ha reunido en el Monte Sinaí para escuchar las instrucciones de Dios con respecto a la tierra que él les iba a dar en Israel. Comienza estableciendo sus normas para el descanso tal como lo hizo en el jardín del Edén, declarando en Levítico 25:1-4:
"Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo 'Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová.
Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña'".
¿Por qué el reposo es tan importante para Dios? Después de la caída, el suelo no daría sus frutos fácilmente (Génesis 3:17-19), y el hombre tendría que trabajar con el sudor de su frente.
La intención original de Dios para el Jardín del Edén era que la humanidad lo disfrutara sin preocuparse por comida o provisión. También les ordenó que descansaran el séptimo día de la semana, llamando a ese día "Sabbat", que en hebreo significa "golpear, apoderarse".
En Levítico, Dios no sólo extiende su mandamiento de reposar en el día Sabbat, sino que también lo extiende al suelo de la tierra y a las cosechas que producen.
Luego les presenta un estándar aún mayor de reposo llamado el Jubileo en el que debían (versículo 8): “Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años”.
Él explica que el (versículos 11-12): " El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos, porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis."
Es más, explica que en el año del Jubileo, cada uno debe regresar a su propia propiedad.
Él Nunca Olvida a los Pobres
Luego, Dios instruye a la gente cómo manejar su tierra y propiedad, y temer al Señor mientras tratan justamente con los pobres.
Dios no sólo ordena descansar a los capaces entre el pueblo de Israel o descansar a la tierra, sino también a los inquietos de la sociedad: los pobres y los necesitados.
Imagínense estar en una posición en la que no tiene medios para mantenerte a si mismo; cada día es una lucha, y la única manera de sobrevivir es implorar bondad y misericordia. Para los pobres y los necesitados, no hay reposo para el cuerpo o el alma; tampoco tienen nada que ofrecerle a sus hijos, ni ninguna herencia que entregarles.
Aunque no trabajaron, ni se esforzaron o sudaron para que los campos produjeran sus cosechas, ni ofrecieron nada para poder comprar sus bienes, Dios los considera dignos de recibir y entrar en reposo (Levítico 25: 35-36):
"Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo. No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo."
En Israel Hoy
En Israel hoy en día, muchos agricultores que trabajan el terreno toman un "Shnat Shmita", un "año libre" en el que no cultivan. A menudo colocan un letrero en el borde de su campo al costado de la carretera que dice: "Observamos el séptimo año".
El mundo podría pensar que tomarse libre el séptimo año es una decisión tonta. En la economía actual, que no conoce descanso y la competencia es feroz, muchos dueños de negocios o agricultores no pueden permitirse tomar descansos tan largos, lo que aumenta la presión de su rutina diaria en una economía en constante cambio y que nunca es estable.
Es un gran riesgo a tomar, y sin embargo, para aquellos que ponen su confianza en Dios, el mayor riesgo sería ser autosuficientes e independientes de Él, ya que esforzarse conduce a la inquietud.
Para aquellos que temen quedarse sin nada o que les falte, Dios entiende su inquietud y preocupación, y es amable con nosotros en nuestra debilidad, al ofrecer una promesa. En esta promesa, Él nos recuerda que si hacemos lo correcto, Él ordenará bendiciones sobre nosotros (versículos 18-22):
"Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros; y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros, y habitaréis en ella con seguridad. Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos; entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años. Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo."
Reflexión: No Se Preocupe
La tentación de preocuparse es comprensible y, sin embargo, Dios ofrece una mayor solución a nuestra necesidad de comida, ropa y vivienda.
En Mateo 6:26-33 Yeshúa pacientemente nos recuerda que debemos arrojar nuestras preocupaciones sobre Él en lugar de llevar la carga solos:
“Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?... Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
Le animamos a que lea estos versículos y medite en ellos. Enfóquese en el reino de Dios, y en el suelo y campo espiritual o tangible de su vida y corazón, y vea dónde Dios le está pidiendo que descanse y de a los necesitados.
Como Él prometió, si descansa, él se asegurará de que esté rebosando en bendiciones mucho más allá de su inversión, trabajo o esfuerzo.
Al reflexionar sobre esta Parasha, damos gracias a Dios por darnos la gracia de confiar plenamente en Él y de poner nuestras preocupaciones por la provisión sobre Él.
Oremos juntos:
"Dios, por favor ayúdanos a poner nuestra confianza en ti y depender de tu bondad amorosa, y confiar a diario en tu provisión. Ayúdanos a seguir tus instrucciones con fe. Guíanos para compartir con aquellos que más necesitan tu atención".