"Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza".
Salmos 3:3
Queridos Amigos,
En enero de este año, Barry y yo tuvimos el privilegio de visitar la región de Eshkol para apoyar a sus equipos de respuesta a emergencias. Esta visita se produjo a raíz de los trágicos acontecimientos del 7 de octubre, y siento una profunda conexión con estos equipos, que se enfrentaron a dificultades inimaginables pero persistieron, protegiendo a sus comunidades con notable valentía.
El trágico día nos arrebató a nueve de estos dedicados miembros del personal de seguridad, dejando una cicatriz indeleble en la región de Eshkol. Sin embargo, sus sucesores continúan su legado, erigiéndose como faros de resiliencia para proteger las vidas de quienes viven en los asentamientos. Es gracias a su inquebrantable apoyo y generosidad que Visión para Israel pudo proporcionar una donación de equipamiento valorado en 500.000 shekels, incluidos desfibriladores, radios y luces de escaneo para 32 escuadrones.
El evento en Eshkol fue conmovedor, lleno de tristeza y determinación. Mientras hablábamos con los agentes de seguridad y los líderes locales, sus palabras resonaban con una gran sensación de dolor. La masacre del 7 de octubre dejó una cicatriz duradera, pero sus espíritus no están rotos. Su determinación de salvaguardar a sus comunidades sigue siendo fuerte, impulsada por el amor a sus hogares y familias.
Me sentí obligada a compartir un mensaje de fe y unidad, recordándoles el apoyo de los cristianos de todo el mundo. Les dije: "Tenemos muchos amigos en todo el mundo que nos aman y saben que la nación de Israel está viva, son muchos y queridos los cristianos que aman a Israel. Gracias a ellos podemos darles las donaciones hoy. Ellos vendrían a luchar por nosotros aquí si pudieran, y lo dicen en serio".
También recordé la dedicación de Barry durante los últimos dos años y medio, instalando refugios en todo el sur, incluidos 155 refugios alrededor de los alrededores de Gaza. Este proyecto, impulsado por sus donaciones, ha salvado cientos de vidas, protegiendo a las familias de los disparos de cohetes y otros ataques.
Su generosidad marca una profunda diferencia, apoyando no solo a los equipos de respuesta a emergencias, sino a toda la región de Eshkol. Juntos, estamos reconstruyendo y restaurando las comunidades, ofreciendo esperanza y resiliencia frente a la adversidad.
Mientras nos íbamos, sentí una renovada sensación de esperanza. La valentía y la dedicación de los equipos de seguridad, el apoyo de nuestros socios y donantes, y el amor de nuestra comunidad global nos fortalecen a todos. Juntos, continuaremos restaurando y protegiendo la región de Eshkol.
Gracias por ser parte de este viaje y por su firme apoyo. Donar Ahora
"Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado".
Salmos 28:7
Con cariño y bendiciones,
Batya