"Les daré en mi casa y en mis muros un lugar, y un nombre (yad vashem) mejor que el de hijos e hijas; les daré nombre eterno que nunca será borrado"
Isaías 56:5 (LBLA)
Queridos Amigos,
En el corazón de nuestras celebraciones y conmemoraciones, Yom HaShoah (Día de Conmemoración del Holocausto) se erige como un testimonio solemne de la resiliencia frente a la oscuridad y el imperativo de la memoria. Este día, el Día de Conmemoración del Holocausto, que se celebra el 27 de Nisán (6 de mayo de este año), no es simplemente una fecha en el calendario; es un llamado profundo a recordar, aprender y actuar. Fue elegido intencionalmente, simbolizando no solo la pérdida inconmensurable de los seis millones de judíos que perecieron, sino también el indomable espíritu de resistencia, ejemplificado por el Levantamiento del Gueto de Varsovia.
Al centro del compromiso de Israel de nunca olvidar, está Yad Vashem, el faro en el Monte de Conmemoración. Más que un memorial, es una promesa a los millones de personas que murieron sin nombre, sin dejar rastro. Yad Vashem se erige como un testimonio de la capacidad de la humanidad tanto para la maldad indescriptible como para el heroísmo increíble. Honra a las víctimas, a los supervivientes y a los justos entre las naciones, como el alma valiente que, arriesgando su propia vida, salvó a Lea y a su familia con identidades forjadas y un refugio oculto.
Hoy en día, mientras las sombras del odio y el antisemitismo se extienden de nuevo por todo el mundo, los ecos del pasado nos instan a mantenernos vigilantes contra la indiferencia y la inacción. La historia de Leah, una sobreviviente cuya vida fue alterada para siempre en el crisol del Holocausto, nos desafía a enfrentar estas sombras con la luz de la empatía y el apoyo.
Nacida en medio de la agitación de una Rumanía devastada por la guerra, la infancia de Leah le fue arrebatada en un abrir y cerrar de ojos. Su padre fue quitado de ella, y su familia se vio obligada a esconderse, trasladándose de su casa a un establo y luego al precario santuario del sótano de un vecino. Este vecino, más tarde honrado como Justo entre las Naciones, fue su ángel guardián, proporcionando identidades falsas y un medio de escape a una aldea remota.
El final de la guerra no devolvió la infancia robada a Leah ni borró las cicatrices grabadas en su alma. La aliá de su familia los llevó a Tel Aviv, pero la paz seguía siendo esquiva. Los años adultos de Leah se vieron empañados por las sombras de su pasado: años de llanto, batallas contra la depresión mayor y el reconocimiento de su discapacidad mental debido a los traumas que soportó. La viudez y los problemas de salud, incluido un derrame cerebral reciente y el misterio de sus caídas recurrentes, agravaron sus luchas.
Sin embargo, la historia de Leah también es una historia de increíble resiliencia y el poder del apoyo de la comunidad. Una trabajadora social dedicada, una voluntaria compasiva y la asistencia material proporcionada por Visión para Israel han sido salvavidas, ofreciéndole no solo ayuda física, sino el invaluable regalo de la conexión humana.
A medida que se acerca Yom HaShoah, les invitamos a honrar la memoria de los seis millones de judíos y a apoyar a sobrevivientes como Leah. Su generosidad puede iluminar los capítulos oscuros de sus vidas con esperanza y dignidad. Visión para Israel se compromete a garantizar que los sobrevivientes del Holocausto sean atendidos, recordados y honrados. Pero no podemos hacer esto solos.
En este Yom HaShoah, renovemos nuestro compromiso de recordar, honrar y elevar a aquellos que llevan el peso del capítulo más oscuro de la historia. Su donación a Visión para Israel puede transformar el crepúsculo de la vida de Leah en un amanecer de esperanza. Juntos, podemos asegurarnos de que los sobrevivientes reciban el respeto, la atención y el amor que merecen.
A la sombra del recuerdo, deje que su acción sea una vela en la oscuridad. Apoye la misión de Visión para Israel de ayudar a los sobrevivientes del Holocausto como Leah. Contribuya aquí y marque la diferencia hoy.
"Si soportamos todo este sufrimiento y si todavía quedan judíos, cuando termine, entonces los judíos, en lugar de estar condenados, serán puestos como ejemplo."
Ana Frank
Con profunda gratitud y Shalom,
Barry y Batya Segal