"Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré".
Isaías 46:4
Estimados Amigos,
A medida que nos acercamos a Tu Bishvat, el año nuevo de los árboles, se nos recuerda la promesa de crecimiento, renovación y resiliencia. Esta fiesta celebra los ciclos de la vida y la belleza de los nuevos comienzos. Sin embargo, al reflexionar sobre esta temporada de esperanza, también debemos recordar el dolor y el trauma que enfrentan tantas familias en Israel tras la reciente guerra en Gaza y la crisis de los rehenes.
El reciente acuerdo de alto el fuego permitió la liberación de diez rehenes, lo que permitió reunir a familias tras más de un año de insoportable separación. Entre ellos se encontraba Gadi Moses, que estuvo cautivo durante 482 días, una terrible experiencia que finalmente terminó con su esperado regreso. Aunque damos gracias a Dios por estas oraciones respondidas, algunos rehenes permanecen en Gaza y sus seres queridos siguen esperando angustiados su regreso.
Para aquellos que han sido liberados, las cicatrices físicas y emocionales son profundas. Los sobrevivientes del cautiverio se enfrentan a un trauma inimaginable, y sus familias deben ahora recorrer el largo camino de la curación junto con ellos. La necesidad de apoyo, tanto práctico como emocional, nunca ha sido mayor.
Una de las historias es la de Sahar CalderOn, una joven de 17 años que pasó 54 días en cautiverio de Hamas junto a su hermano menor, Erez. Aunque ahora está de vuelta en casa, su padre, Ofer, sigue siendo un rehén. Sahar describe su lucha continua:
"Por fuera, puedo lucir radiante y feliz. Por dentro, estoy destrozada. Todos los días, cuando me despierto, estoy de vuelta en Gaza. Me da miedo salir. Tengo miedo de cada desconocido que veo."
Las palabras de Sahar hablan no solo de su propio dolor, sino también del trauma colectivo de tantas familias cuyas vidas han sido destrozadas por estos acontecimientos.
La familia Katz-Nathanson es una de las muchas que aún esperan respuestas. Doron Katz Asher, una madre joven, fue secuestrada junto con sus hijas Raz (4,5 años) y Aviv (2,5). Su madre, Efrat, y su pareja, Gadi Moses, también fueron secuestradas, junto con su hermano Ravid.
Si bien Gadi Moses ya fue liberado, Doron y sus hijas aparecieron anteriormente en un video de propaganda de Hamás, y el paradero de otros miembros de la familia sigue siendo incierto. Para su hermana Lior, la incertidumbre es angustiosa:
"Nuestra casa en Nir Oz todavía está en pie, pero no tenemos una familia a la que regresar. Una cuarta parte de nuestra comunidad ha desaparecido: secuestrada, desaparecida o muerta. No nos importa la casa. Solo queremos que nos devuelvan a nuestra familia".
Estas historias nos recuerdan la fragilidad de la vida y la fuerza del espíritu humano. También nos recuerdan nuestra responsabilidad compartida de cuidar a los necesitados.
Tu Bishvat nos recuerda que después de los inviernos más oscuros, la vida comienza a florecer de nuevo. Así como los árboles echan raíces y florecen, también puede crecer la esperanza incluso en las condiciones más duras. Pero este proceso requiere cuidado. Requiere que plantemos semillas de curación, restauración y apoyo.
Visión para Israel está en primera línea, brindando asistencia a los sobrevivientes del terrorismo, sus familias y la comunidad en general. Desde el tratamiento del trauma hasta la ayuda financiera, estamos trabajando incansablemente para brindar consuelo y alivio a los más afectados por esta crisis.
¡Podemos hacer más con su apoyo!
¿Cómo Pueden Ayudar?
- Orar. Oren por el regreso seguro de los rehenes que aún están en Gaza. Ore por la sanación de los que han sido liberados y por el consuelo de sus familias.
- Dar. Su donación proporciona sesiones terapéuticas, ayuda financiera y suministros esenciales a los afectados por esta crisis. Cada aporte, sin importar el tamaño, marca la diferencia.
Por favor, visite visionforisrael.com/es/dar para hacer una contribución hoy. Juntos, podemos llevar esperanza y sanación a las familias necesitadas.
Unámonos en esta temporada de Tu Bishvat, plantando semillas de esperanza y renovación para el pueblo de Israel. Sus oraciones y apoyo son un salvavidas para aquellos que navegan por el largo camino hacia la sanidad.
Gracias por su continua generosidad y fidelidad. Juntos, podemos traer luz a los momentos más oscuros y ayudar a estas familias a reconstruir sus vidas.
Con bendiciones y gratitud,
Barry y Batya